Image credit: Alysha Findley (Apartment Therapy) |
A nadie le gusta
tirar el dinero, ¿verdad? En estos tiempos que nos han tocado vivir, mucha
gente tiene [tenemos] que hacer virguerías para pagar las facturas, el
alquiler, la comida y los imprevistos que surgen. Aunque lo que os voy a
comentar no os hará ricos, está bien poder saber cómo ahorrarse un poco de
dienro en ciertas cosas cambiando un poco de hábitos. ¡A lo mejor conseguimos dejar
de comer arroz la última semana del mes hasta que llegue la siguiente paga!
¿Cuántas
de estas sugerencias podrían aplicarse a tu día a día?
1. Lo primero y más
importante es hacer un presupuesto. ¿Dónde gastas más? ¿Qué gastos son fijos y
cuáles variables? ¿Se puede reducir?
2. Compra
productos de temporada. Aunque actualmente puedes encontrar alcachofas en agosto
y melocotones en enero, estos productos están claramente fuera de su temporada
natural. Esto encarece sustancialmente la factura de la compra. Lo mejor por
tanto es comprar de temporada e, incluso, congelar para el futuro (yo lo hago
con los calabacines, calabazas, etc.).
3. Intenta
no salir a cenar/comer más de una vez a la semana. Verás la cantidad de dinero
que ahorras.
4. Si
tienes que comer fuera habitualmente por tu trabajo, llévate tu propia comida
de casa en lugar de comprar comida de fuera todos los días. Es mucho más sano y
además es una manera de mejorar tus habilidades culinarias.
5. Dependiendo
de cuánto café tomes al día, puedes ahorrar bastante dinero recortando de aquí.
Una Buena solución es llenar una taza para llevar con tu propio café/té. Si
tomas 3 cafés en tu jornada laboral, por 20 días, son 60€ al mes.
6. ¿Realmente
necesitas los canales de pago de la tele como Movistar+? Nexflix o Amazon Prime
son una solución muchísimo más económica. Y ya que estamos, sería conveniente
revisar la tarifa o la compañía de móvil e internet.
7. Prueba
a usar una marca más barata o una marca blanca en los productos que uses con regularidad.
A veces puedes hacer un gran nuevo descubrimiento. A lo mejor un paquete de palomitas
más barato, o un detergente de la ropa, o el papel higiénico.
8. Puedes
ahorrar dinero también en tus productos de belleza. De verdad te digo que no
necesitas esos 20 botes de exfoliante que tienes en el baño. Cuando los acabes,
mezcla un poco de azúcar con aceite de coco y un poco de zumo de limón y tienes
el mejor, el más fácil y el más sencillo de los exfoliantes del mundo.
9. Usar
un termostato ajustable puede reducir significativamente la factura. Dejarlo a
una temperatura constante es mucho más eficiente que estar encendiendo y
apagando continuamente.
10. Deja
de almacenar y empieza a vender. ¿Necesitas todo lo que hay en esa habitación?
Puedes empezar a limpiar y a eliminar cosas innecesarias poco a poco, y vender
lo que no quieras.
11. Invita
a tus amigos a casa en vez de salir de fiesta. ¡Cada uno puede traer algo para
compartir y disfrutar de una cena multiplato!
12. Si
necesitas algo, mira en las tiendas de segunda mano primero. Velas, tazas, cazuelas,
ropa, accesorios...
13. Antes
de comprar algo, pregúntate a tí misma si realmente lo necesitas o no. Si la respuesta
es un “no lo sé” también deberías dejarlo.
14. Toma
un buen desayuno en casa. Esto acabará con tu necesidad de picoteo y te evitará
comer (y por lo tanto pagar) más de la cuenta si tienes que hacerlo fuera de
casa.
15. Deja
los zumos ultra procesados y las bebidas azucaradas. Son bastante caras y nada
buenas para tu salud. Bebe agua, al que le puedes poner diferentes cítricos o frutas
para alegrarlo un poco.
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